domingo, 30 de septiembre de 2012

Mario Bunge

Mario Bunge (Buenos Aires, Argentina, 21 de septiembre de 1919) es un físico, filósofo y humanista argentino; defensor del realismo científico y de la filosofía exacta. Es conocido por expresar públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluye al psicoanálisis, la homeopatía, la microeconomía neoclásica (u ortodoxa) entre otras, además de sus críticas contra corrientes filosóficas como el existencialismo , la fenomenología, el posmodernismo, la hermenéutica, y el feminismo filosófico.

Biografía

Mario Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Interesado en la filosofía de la física, Bunge comenzó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata, de la cual se graduó con un doctorado en ciencias físico-matemáticas en 1952. El tema de su tesis doctoral versó sobre Cinemática del electrón relativista.

Allí, y en la Universidad de Buenos Aires, fue profesor de física teórica y filosofía desde 1956 hasta 1963 cuando insatisfecho con el clima político de su país, tomó la decisión de emigrar.

Por algunos pocos años enseñó en universidades de México, Estados Unidos y Alemania. Finalmente, en 1966 se instaló en Montreal (Canadá), donde enseñó en la Universidad McGill la cátedra Frothingam de lógica y metafísica. Es ahora profesor emérito de dicha universidad, en las áreas de la Metafísica, Semántica, Filosofía de la Ciencia y Epistemología.

Tal vez su obra más importante sean los ocho tomos de su Tratado de filosofía (Treatise on Basic Philosophy), pero se trata de un autor enormemente prolífico que, tras exponer sus posiciones generales en el Tratado, ha ido publicando en forma regular las aplicaciones de su filosofía a diversas ciencias, tanto naturales como sociales (ver más abajo en Publicaciones).

Mario Bunge ha sido honrado con dieciséis doctorados honoris causa otorgados por instituciones como la Universidad de Salamanca (España) en 2003, la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) y la Universidad de Buenos Aires (Argentina) en 2008. También recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1982.

Interesado principalmente por la lógica de la ciencia y los problemas del conocimiento científico, ha tratado de construir una filosofía científica (más precisamente, una metafísica) que tuviera en cuenta tanto el conocimiento elaborado por la ciencia como el método utilizado por quienes la practican, entendiendo que este último es un proceso que no está exclusivamente supeditado ni a la experiencia ni a la teoría.

Aunque la concepción de la ciencia elaborada por Bunge concede importancia al desarrollo de la investigación científica en la historia, su orientación está principalmente dirigida al análisis formal de dicho desarrollo, y se aparta de la insistencia en los aspectos históricos, psicológicos y sociales propia de enfoques como los de Thomas Kuhn y Paul Feyerabend.

Defensor de un realismo crítico basado en una ontología materialista y pluralista, ha mantenido una actitud beligerante ante el psicoanálisis, al que considera una pseudociencia supeditada a la aceptación acrítica de la doctrina de Freud como argumento de autoridad; en un sentido análogo, considera que el marxismo no ha conseguido superar la condición ideológica de sistema de creencias a causa de su repetición también acrítica de las enseñanzas de Marx, lo considera una suerte de enfoque de estudio.

Intereses

Sus intereses abarcan la filosofía general (semántica, ontología, gnoseología, metodología de la investigación, praxiología y ética) así como aplicada (física, biología, psicología y ciencias sociales), sin eludir consideraciones sobre la filosofía de la lógica y la matemática como fundamento no solo del quehacer científico sino también filosófico.Considera a la matemática, solo como ciencia deductiva, sin destacar la fase de la producción[investigación] matemática, que usa la experimentación, la intuición, casos finitos y analogía, tal como lo considera George Polya. También declararon al respecto setenta matemáticos que trabajaban en EE:UU., entre ellos Lars Alfors.. En relación con ello, es fundador de la Sociedad para la Filosofía Exacta, que procura emplear solamente conceptos exactos, definidos mediante la lógica o la matemática a fin de evitar la ambigüedad y la imprecisión características de otros estilos filosóficos, entre ellos el fenomenológico, el postmoderno (especialmente el hermenéutico) y provoca (a la vez que estimula) el tratamiento de problemas no triviales como contraste con la gigantesca producción filosófica libresca que interpreta recursivamente las opiniones de otros filósofos o que juega con objetos ideales o mundos posibles.

Su posición crítica está balanceada por sus aportes originales y por el planteamiento de caminos de reconstrucción filosófica.

Su frase fue: “es verdad que la ciencia no hay caminos reales; que la investigación se abre camino en la selva de los hechos, y que los científicos sobresalientes elaboran su propio estilo de pesquisas”

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